El objetivo de desarrollo sostenible de la ONU para 2019 es muy claro: AGUA PARA TODOS EN 2030. Por definición, esto significa no dejar a nadie atrás.
En este Día Mundial del Agua, el 22 de marzo, se trata de abordar la crisis del agua abordando las razones por las cuales tantas personas se quedan atrás
Hoy en día millones de personas viven todavía sin agua potable –en el hogar, la escuela, el lugar de trabajo, la granja, la fábrica– y luchan por sobrevivir y prosperar. A menudo, se olvidan los grupos marginados: mujeres, niños, refugiados, pueblos indígenas, personas con discapacidad y muchos otros. O bien, se los discrimina cuando intentan conseguir y gestionar el agua potable que necesitan.
Los “motivos de discriminación” para que algunas personas resultan especialmente desfavorecidas en lo que respecta al acceso al agua son:
- el sexo y el género;
- la raza, la etnia, la religión, la condición de nacimiento, la casta, el idioma y la nacionalidad;
- la discapacidad, la edad y el estado de salud;
- la tenencia de bienes, el lugar de residencia, y la situación económica y social.
- Otros factores como la degradación del medio ambiente, el cambio climático, el crecimiento demográfico, los conflictos, los flujos de migración y los desplazamientos forzosos
Para no dejar a nadie atrás, debemos concentrar nuestros esfuerzos en incluir a las personas que han sido marginadas o ignoradas. Los servicios de abastecimiento de agua deben satisfacer las necesidades de los grupos marginados y sus voces deben ser tenidas en cuenta en los procesos de adopción de decisiones. En los marcos normativos y jurídicos debe reconocerse el derecho de todos al agua, y debe proporcionarse financiación suficiente, de forma equitativa y efectiva, para los que más la necesitan.
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