lunes, 26 de enero de 2015

El séptimo continente.(El pais)


Un pez nada cerca de una bolsa de plástico en el Mar Rojo


No hay ningún tipo de discusión en que el plástico es uno de los materiales estrella en la industria mundial. Lo encontramos en innumerables objetos cercanos a nosotros pero, como algunos polímeros no son biodegradables, de ahí que haya que controlar mucho su reciclaje. Precisamente la mala gestión de estos residuos plásticos y su vertido continuado durante muchos años a los mares y océanos en cantidades inimaginables, ha originado la formación de una zona en el Pacífico (a la altura de Hawai y a unas 1.000 millas de la costa de California mar adentro), conocida como El séptimo continente. Su extensión tiene unos 3,4 millones de km2, es decir, casi 7 veces la superficie de España.
Mide unos 22.000 km de circunferencia y se estima que su peso podría llegar a unos 100 millones de toneladas, según el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES). También se la ha bautizado con otros calificativos como el Gran parche de basura del pacífico, la Isla de basura o la Gran sopa de plástico puesto que la mayor parte de estos desechos no se ven a simple vista y llegan hasta una profundidad de 35 m. La causa por la que se concentran en un mismo punto miles y miles de toneladas de estos materiales es por la circulación de las corrientes marinas que giran en el Pacífico en el mismo sentido que las agujas del reloj.
Este movimiento rotatorio facilita que se vayan recogiendo y arremolinando los residuos que, desde los ríos y los barcos, se van vertiendo a nuestras aguas. El mismo giro ciclónico de estas corrientes, producido por la fuerza de la corriente en vórtice del Pacífico Norte, hace que toda esta basura marina vaya convergiendo año tras año en un mismo punto, dando lugar a un remolino que impide que los desechos de plástico se dispersen hacia las costas, de manera que lamentablemente no para de crecer y crecer cada vez más. Nuestra falta de conciencia ecológica ha creado un gravísimo problema medioambiental difícil de solucionar.

4 Razones y 5 hábitos de compra a granel(El país)

Granel
Hace sólo 40 años habría tenido éxito, entre los forofos de la ciencia ficción fantástica, un artículo visionario prediciendo que, al cabo de pocos años, cada madalena de una caja vendría con un envoltorio individual, y que cada tres o cuatro veces que saciáramos nuestra sed tiraríamos una botella de plástico a la basura. Mucho ha llovido desde entonces, y ha germinado y prosperado la cultura de una supuesta comodidad para el consumidor y de una supuesta necesidad de garantizar ciertas condiciones higiénicas. La cosecha más relevante de este “cultivo comercial”, desde el punto de vista de la sostenibilidad, son los millones de envases que tiramos cada día a la basura. 
La evidencia de los despropósitos está llegando a una línea roja que no deberíamos atravesar.
La razón más importante para apostar por “a granel” es sin duda la urgencia de frenar el delirio de los envases. Existen otras desde el punto de vista funcional. Para los productores, ahorrarse el coste de envasar (proceso, tiempo, materiales, diseño del envase, quizás embalaje de los paquetes en cajas...). La venta a granel puede ser lo que hace posible la supervivencia de productores pequeños que no pueden asumir el coste de envasar. También puede simplificar el transporte (en general no hay que paletizar).

A los distribuidores les da las mismas ventajas. Por ejemplo, Mercadona en 2009 dejó de envasar la fruta fresca para venderla a granel, y como resultado bajó los precios de venta entre 15 céntimos y un euro por kilo. A los comerciantes les puede permitir simplificar la logística, si bien algunos productos (básicamente las harinas) hay que mantenerlos en fresco por el hecho de no estar envasados.
A los compradores, comprar a granel nos proporciona más libertad:
  1. Podemos comprar cantidades grandes sin envases. Esto nos puede permitir por ejemplo hacer compras grandes una vez al mes, o al año, guardando sólo sacos o cajas grandes en la despensa.
  2. Podemos comprar cantidades tan pequeñas como queramos. Esto es especialmente ventajoso para los hogares con una o pocas personas y para los ciudadanos con recursos económicos muy limitados, como por ejemplo mucha gente mayor. Y es muy favorable para reducir el derroche de alimentos.
  3. Vemos lo que compramos, no nos lo impide ningún envoltorio.
  4. ¡Y conseguimos librarnos de la lata de llenar constantemente la basura de envases y bajarla a la calle!
Con respecto al precio, puede ser inferior o superior al de otros tipos de comercios porque intervienen muchos factores.
Los hábitos del granel
  1. Antes de ir a comprar, repasemos la lista de la compra y metamos en el carrito los botes que hagan falta para lo que compraremos a granel. Si no hemos podido hacerlo, en las tiendas a granel nos servirán los productos usualmente en bolsas de papel o compostables.
  2. En la tienda, demos el bote al dependiente antes de llenarlo, para que marque la tara en la báscula (el peso del envase se descontará del peso del producto).
  3. Llenaremos el bote conlas cucharas o desde los recipientes con dispensadores del comercio.
  4. Al volver a casa, si hemos comprado algo en una bolsa del comercio, tras vaciarla la podemos dejar ya en el carrito, a punto para reutilizarla en la próxima compra.
  5. Al cocinar, en lugar de abrir dos paquetes de espaguetis cogeremos un puñado de la caja donde guardamos cinco kilos. ¡Esto da mucho gusto!
Podemos comprar a granel en muchos lugares, y cada vez más, tanto alimentos frescos (ni que decir tiene: en fruterías, verdulerías, carnicerías, pescaderías, hornos, mercados municipales, cooperativas y asociaciones de consumo agroecológico) como secos (pasta, arroz, cereales, azúcares, especias...). Por ejemplo, tiene un amplio surtido de graneles AsaltodeMata en Madrid (c/ Dr. Fourquet 17). También en Madrid encontramos La Repera, en el Mercado de San Fernando, que también tiene una zumería y ofrece cátering. En Navarra tenemos las tiendas de Landare, en Iruña-Pamplona y en Villava. En Galicia la veterana Arbore ofrece graneles en Vigo desde sus inicios, y en A Coruña Zoca Miñoca.
En Cataluña está habiendo un boom decomerciosa granelde nueva creación. El primero fue Granel, que abrió sus puertas en Vic en diciembre de 2011 como una “slow shop”, y hoy forma una red de nueve tiendas en distintas localidades catalanas y baleares, y tiene previsto abrir otra media docena para final de año. La red aplica la fórmula comercial de la franquicia, pero potenciando que cada establecimiento desarrolle sus particularidades y busque productores de su zona (los productos básicos son servidos desde un almacén central). Granel prima la producción local-km 0 (se importan sólo los productos que aquí no se cultivan) y ecológica (ya sea certificada o no). Y, ¡parece que el granel llama al granel! Y es que, curiosamente, pocos días después de estrenar la tienda Granel en Barcelona abrió Goccia Verde (de detergentes a granel) en la esquina, y ahora se está instalando a pocos metros una tienda de chocolates... también a granel.

Beneficios de la bicicleta Terracycle.


La hora del planeta 2015 de WWF (Vídeo oficial)

La Hora del Planeta (LHP/Earth Hour) es la acción voluntaria más importante del mundo, promovida por WWF, la Organización Mundial de Conservación.
Una iniciativa de sensibilización pública que nació hace siete años en Sidney, Australia, y que buscaba la participación de las corporaciones y principalmente de las personas para que apagarán sus luces no esenciales y los aparatos eléctricos prescindibles durante una hora, La Hora del Planeta, como señal de compromiso y preocupación ante las consecuencias del cambio climático.

Sin embargo, hoy en día La Hora del Planeta dejó de ser sólo un evento de una hora de duración, para convertirse en el movimiento de acciones voluntarias por el medio ambiente más grande del mundo. 

Este 2015, La Hora del Planeta se desarrollará en todo el mundo, el próximo sábado 28 de marzo a las 8:30 pm.

UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS

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